lunes, 19 de diciembre de 2011

Soro zuri. Zapelaitza

    Tras varios días de entre semana aportando comida al komedero, granos de semillas para las aves pequeñas y desperdicios de vacuno, principalmente, para las mayores, este domingo tenía previsto acudir a realizar observaciones, y si fuera posible, tomar alguna foto. Esperaba que el ratonero hiciese acto de presencia. El jueves, concretamente, una vecina me dijo toda escandalizada, que había una rata en la bodega de su casa. Yo le comenté, que si la cazaban, no la tirasen, que iría a por ella. Y así fue, cuando baje las escaleras, me encontré con varios vecinos que acababan de dar captura y muerte al roedor. No tuve mas que cogerla y guardarla en una bolsa de plástico, y llevármela para casa. Como sabía que a mi mujer no le iba a hacer "gracia" que la guardara en el frigorífico, la dejé en la calle, para al día siguiente llevársela a las rapaces.
  Así pues, el domingo por la mañana, al amanecer me dirigí al terreno de mi cuñado, y coloqué los "cebos" en diferentes posaderos frente al hide. En su interior dejé la mochila y el trípode, y con las bolsas de plástico vacías volví hacia donde había aparcado el coche. Con ello trataba de despistar alas posibles aves que me hubieran estado observando. De nuevo regresé al hide por otro camino sigilosamente, y me introduje en él. Serían las nueve de la mañana, y llevaba un rato sin llover, cuando toda la noche anterior lo había estado haciendo, y se pronosticaba que continuaría durante el resto del día. Habría unos 5 o 6 grados de temperatura.
  Mientras aguardaba que el ambiente ganara en luminosidad, los primeros pajarillos fueron entrando. Carboneros, petirrojos y pinzones. No tardó en aparecer el arrendajo. Los chaparrones se alternaban con pequeños periodos de claridad. Las urracas se iban situando por la zona, y las cornejas también aterrizaban de vez en cuando, atraídas por la presencia de carne y grasa.
  A eso del mediodía escuché los maullidos de un ratonero, y de pronto, una pareja se posó en el árbol muerto de la parte inferior del terreno. Uno de ellos se abalanzó sobre una corneja que luchaba por llevarse un trozo comida. No hubo mucho forcejeo, pues el grande siempre sale ganando.
  Unos momentos mas tarde, un ratonero volvió a posarse en la rama anterior donde había estado. De pronto, comenzó a granizar fuertemente. Con el cielo oscurecido y aquel ruido, aproveché para girar el objetivo hacia mi presa, suavemente. La rapaz seguía allí, inmóvil, aguantando el chaparrón, como suele decirse. Seguramente no era el mejor momento para levantar el vuelo. Así que le hice unas pocas fotos enfocando el tele manualmente, pues en esas circunstancias, no había manera de usar el autofoco. También le gravé algo en vídeo, como podréis ver mas abajo.
  Mas tarde apareció el cuñado por allí, se acercó al hide y aproveché para salir fuera de la presencia de las aves (como lo habíamos hablado anteriormente). Podía ir a comer caliente a casa.

Zapelaitza / Ratonero común


Belebeltza / corneja

3 comentarios:

  1. Excelente Andoni, la foto y toda la documentacion!!!
    Besarkada bat eta animo!!!!
    Luis Llavori

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  2. Fenomenal Andoni. Muy buena, y amena descripcion, se ve que da mejores resultados que el anterior hide, y las fotos excelentes. Aupa.

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