martes, 13 de diciembre de 2016

Miru gorriekin

Con los milanos reales


  No ha amanecido aún cuando entro en el hide. A pesar del persistente viento, el día parece que va a ser magnífico.  Mientras preparo el material para las tomas fotográficas, la luz va inundando poco a poco el paisaje. Un paisaje precioso el que se divisa desde aquí. Con el mar cerquita, y el macizo calcáreo de Izarraitz al oeste. Los rayos de sol van coloreando las pequeñas cimas de tonos rosados;    la tranquilidad es total. Solo por estos momentos ya merece la pena estar aquí. 
   No tardan en escucharse los gritos del ratonero. Ya han divisado la comida. Un milano real, el primero, también hace su aparición en el cielo, con su elegante vuelo e inconfundible silueta. La jornada promete.