Andoni Ruiz Etxeberria: mayo 2015

domingo, 3 de mayo de 2015

Miruak eta abar

Porqué no bajan los milanos.

Foto 1. Miru beltza / Milano negro

Una sesión con estos acróbatas del aire. Disfrutando del espectáculo de su elegante vuelo, de su perfecto control del viento, como si la fuerza de la gravedad no existiera para ellos. Hasta cuatro individuos de milanos negros (Milvus migrans) y un ejemplar de milano real (Milvus milvus) hicieron su aparición aquella tarde. Una tarde de fuerte viento y oscuro cielo, chispeando a ratos. Las horas transcurrían entretenidas, a veces no tanto, en el interior del hide; y a pesar de la amplia presencia de rapaces, tan solo los descarados y escandalosos córvidos ponían sus patas en el suelo o sobre algún posadero. Los milanos constantemente se enfrascaban en trifulcas en el aire, entre ellos, y persiguiendo a las huidizas cornejas.

También se presentó un solitario buitre, atraído por el ajetreo del lugar. Cuando al final de la tarde comenzaba a aparecer la desesperanza, cuando parecía que ningún milano iba a querer posar y reposar ante la cámara, una grata sorpresa tuvo lugar: uno de los milanos negros, en su afán por ahuyentar a una corneja, se posó delicadamente sobre una de las ramas que tenía previamente colocada para tal fin (foto 3). Pocos segundos duró su bajada de los cielos. Pero al poco rato (media hora mas o menos) otro ejemplar se atrevió a posar (foto 4), con un plumaje algo mas diferente, posiblemente un adulto (pero esto no lo tengo claro). Y para redondear la jornada, una tercera bajada, de un individuo ya bastante "cabreado", pues no paraba de gritar-gimotear desde el palo (foto 1). El milano real no bajó. Prefirió descansar en los alejados árboles de enfrente (foto 7). Todo no puede ser.

También incluyo en la entrada al blog a las otras tres especies protagonistas -en su medida- de la sesión: corneja, cuervo y buitre leonado.

Por motivos de insuficiencia lumínica, o sea, luz escasa, las fotos están en su mayoría realizadas a 1600 ISO (ISO auto) y una velocidad de obturación del orden de 1/100 de segundo. Las tomas de vuelo suponen una asignatura pendiente (foto 5), que ese día, por motivos expuestos mas arriba, no era el mas apropiado para intentarlas (velocidades bajas de disparo). Justo cuando salía del hide para regresar a casa, hacía su aparición el sol. Todo no puede ser.